1 mar 2008

Emigración e Inmigración (I)

Iniciar un nuevo proyecto de vida merece respeto y aceptación como recibieron nuestros antecesores

En Cuba hay un viejo refrán que dice “El que no tiene de Congo, tiene de Carabalí”, en alusión a la gran mezcla de razas que hay en el país, pero principalmente entre la raza negra africana y la blanca de nuestros colonizadores, porque los nativos indios desaparecieron de un plumazo. Pero luego llegaron entre otros, los italianos y los sirios.

Yo tengo una mezcla de todos. Mis abuelos maternos eran de Siria él y española ella. Los paternos de Italia él… y mi abuela debió ser del Congo por el color de su piel.

Mi abuelo “el moro” como cariñosamente le llamaban en el pueblo, desembarcó en Cuba en el año 1905, como parte de ese ejército de inmigrantes que se desplazó a América en 1870 buscando un mundo mejor.

Mi abuela Fela llegó por esos años de la mano de sus padres que eran asturianos. Fueron con la idea de hacer capital y regresar…pero al final se quedaron definitivamente allí.

Mi abuelo Tito era siciliano…pero no mafioso. También llegó a Cuba siendo un niño con sus padres a principios del siglo XX. Y mi abuela Joaquina debió venir del Congo por su color de piel mestiza y los más de cien años de vida que tuvo.

Desde finales del año 1800 y hasta 1933, Cuba mantuvo una política migratoria de puertas abiertas para favorecer el desarrollo integral del país y en especial la industria azucarera, aunque en el 1925 este flujo disminuyo.

La historia se repite, pero a la inversa, ahora, casi un siglo después de mis abuelos emigrar de Europa a Cuba, emigro yo a una Europa próspera y desarrollada. Vivir para ver.

Ayer emigraron nuestros progenitores, hoy emigramos nosotros y aunque han cambiado los tiempos, su esencia es la misma…”buscar una vida mejor”. La migración no es una opción asumida de pocos, ni de personas desesperadas como suele decirse. Está demostrado que la migración es una opción de vida para millones de personas de todo el mundo.

El hecho de que en estos tiempos muchas personas nos desplacemos desde nuestro lugar de origen a otro país para iniciar un nuevo proyecto de vida, merece respeto y aceptación como el que recibieron nuestros progenitores, porque como bien dice el refranero cubano “El que no tiene Congo, tiene de Carabalí”.

Josefa Buzzi, Madrid, 29 de febrero 2008.

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